Es cada vez más común tener dificultades para separarse del PC, teléfono inteligente, laptop, tablet, o cual sea la forma del lazo que nos ata a la gran red. Un dañó en internet pasó de ser una preocupación a una tragedia, desubica, muchos no se hallan o de lleno experimentan un síndrome de abstinencia, se quejan, se emputan, se frustran. Cada día todos andamos más conectados y embebidos, cada día más atados y absorbidos.